¿Cuántos de nosotros nos hemos tocado la zona cervical tras tiempos prolongados como para aliviarlo? Ó ¿Hemos movilizado la cabeza buscando el alivio del estiramiento? O incluso, ¿ Nos hemos levantado de esa siesta tan merecida los domingos sin poder girar el cuello de tanta rigidez? Si te ves identificado con alguna de estas situaciones… ¡HAS PADECIDO DE LAS CERVICALES!
Todos hemos tenido un dolor en menor o mayor medida en la zona del cuello. No es de extrañar que debido al ritmo de vida que llevamos, el uso de los dispositivos móviles, los bolsos pesados o los sobreesfuerzos del día a día, nuestras cervicales se resientan.
¿Qué son las cervicales y qué acciones pueden provocar el dolor?
La zona cervical comprende desde la base del cráneo hasta la primera dorsal, es decir, es todo el segmento superior de la columna que realiza los movimientos de la cabeza y su sostén. Debido a sus características anatómicas, las cervicales son muy propensas a tensionarse, siendo las causas más frecuentes:
-Malas posturas
-Estrés
-Sobrecarga muscular.
-Movimientos repetitivos
-Movimientos bruscos, como los que se Dan en un accidente de tráfico, por leve que sea.
-Cambios de temperatura bruscos como el viento frio en invierno o constante del aire acondicionado en verano.
-Posiciones inadecuadas para dormir.
-Actitud postural continua e inadecuada ante el móvil u ordenador.
¿Cuáles son los síntomas más comunes?
Los síntomas más frecuentes de la cervicalgia son:

-Dolor muscular e incluso dolor de cabeza, pudiendo ser bastante incapacitante.
-sensación de pesadez de cuello, como si llevarás un collar muy pesado.
-Adormecimiento de los dedos, normalmente por compresión del nervio en su raíz cervical.
-sensación de rigidez y movilidad, como la conocida tortícolis.
-mareos e incluso vértigos y vómitos.
¿Qué puede hacer un fisioterapeuta por mí si sufro de cervicales?
Lo primero de todo sería una valoración personalizada de tu situación. Puede darse por un motivo aislado, como un mal movimiento, o por algo más crónico, como la postura en el trabajo, el estrés e incluso factores psicológicos como la depresión o ansiedad.
Las técnicas que se aplican en este tipo de patologías son:
–Descarga muscular de forma bilateral, especialmente de trapecio superior, angular del omóplato, esternocleidomastoideo y subescapular, entre otros.
-Técnicas miofasciales, para la fascia que abarca la zona tensionada.
–Punción seca en puntos gatillo miofasciales.
-Terapia manual unido a la radiofrecuencia Indiba, que alivia considerablemente la sintomatología inflamatoria y dolorosa del tejido.
-Tratamiento combinado con la ATM, ya que en muchas ocasiones el dolor de cabeza va unido a la tensión de la articulación temporomandibular y su musculatura.
-Movilizaciones articulares del segmento cervico-dorsal, esto ayuda a liberar los segmentos bloqueados realizandolo de forma lenta y pasiva, combinando con tecnicas osteopaticas de bajo impacto.
-Tratamiento con técnicas suboccipitales, para la liberación tensional de puntos de inserción en zona craneal.
-Si existe dolor periférico se puede realizar movilizaciones neuromeningeas pautadas por el terapeuta.
-Vendaje neuromuscular (kinesiotaping).
-Ejercicios de estiramiento domiciliario.
-Consejos de higiene postural y técnicas de corrección cervical.
Dado que la cervicalgia puede darse por multitud de factores no sólo hay que tratar la sintomatología que presenta el paciente, sino ir al origen del problema y así evitar que se cronifique o empeore la lesión. ¡Acude a tu fisioterapeuta si comienzas a notar molestias!
1 comentario en “CERVICALGIAS, ¡Qué Dolor de Cuello!”
Los comentarios están cerrados.