FISIOTERAPIA

SINDROME MIOFASCIAL

Este síndrome tiene como característica patológica principal la presencia de PUNTOS GATILLO.

Estos puntos se localizan dentro de un conjunto de fibras musculares delimitadas y contraídas denominada banda tensa (mediante la palpación notamos como un “cordón” que “salta”, ¿os suena?)

En realidad, el punto gatillo es un nódulo hipersensible cuya estimulación al presionarle directamente, o indirectamente con un estiramiento o una contracción del músculo afecto, nos reproduce dolor en la misma zona (dolor local) y a distancia (dolor referido).

Se diferencian dos tipos de puntos gatillo: ACTIVOS y LATENTES.

Desde un punto de vista clínico, más científico, según estudios histoquímicos llevados a cabo por “Shad et al,. 2005;2008” han objetivado la presencia de concentraciones de sustancias nociceptivas más elevadas como noradrenalina, bradicinina, sustancia P y prostaglandinas en los puntos gatillo ACTIVOS.

De un punto de vista más práctico y coloquial para que podamos clasificarlos vamos a basarnos en dos cuestiones:

¿Al presionarlo el dolor se irradia a otra zona? ¿Es un dolor reconocido por el paciente como su dolor habitual?

Si le resulta familiar y le reconoce como SU dolor, estaremos ante un punto gatillo ACTIVO.

Si bien, devolver la funcionabilidad a la muscultura y otros tejidos en general, y la disminución de los puntos gatillos en particular, tiene que convertirse en prioridad de la sesión. Para ello elegiremos la técnica que mejor convenga según el paciente (punción seca, técnica de Jones…)

 

Es importante recalcar que una contractura no es un punto gatillo. Éste debe reproducir los síntomas del paciente.