Cuando estamos creciendo es un “alivio” saber que el dolor de rodillas se debe simplemente a eso, a hacernos grandes, ¿eh?
Pero a medida que vamos haciéndonos aún más grandes (pre-vejez), las rodillas van doliendo y ya no tenemos excusa.
El sobreuso, traumatismos de repetición, una rótula desalineada, desequilibrios musculares… todo influye a la hora de sumar papeletas para lesionarnos, en este caso, el cartílago.
Ten en cuenta, que el cartílago es un tejido de tipo conectivo que se encarga de recubrir superficies óseas en una articulación; al final, si no puede hacer bien su función o recibe más presión en unos lados que en otros, seguramente empiece a deteriorarse más rápidamente.
En concreto, en la condromalacia rotuliana, se produce una degeneración del cartílago que recubre la parte posterior de la rótula.

Recuerda que la rótula está incorporada al tendón del cuádriceps, actúa como punto de apoyo (aumentando el brazo de palanca de éste). Protege los tejidos más profundos de la rodilla y sirve de guía de las fuerzas ejercidas sobre la rodilla.
De ahí la importancia de tener una buena musculatura y sobre todo, equilibrada.
Normalmente el vasto externo del cuádriceps es más potente que el vasto interno, si esto es así, si constantemente tira más una porción, la rótula no se encontrará bien posicionada anatómicamente hablando.

A medida que el cartílago se va desgastando, con el tiempo, el roce entre superficies óseas se hará más directo
Como en todo, el grado de dolor dependerá también del grado que tengamos ( I, II, III o IV) y esta clasificación nos indica cuánto de grave es el desgaste de este cartílago.
Este diagnóstico, por supuesto, os lo indica un traumatólogo, con sus correspondientes pruebas radiológicas.
El paciente lo describe como una mayor sensibilidad en la rodilla, algunas veces le “chirría», se resiente más al subir o bajar escaleras o al levantarse (si llevaba mucho tiempo sentado), por ejemplo.
Sabemos bien que los pacientes mejoran mucho si se FORTALECEN las piernas, haciendo hincapié en el vasto interno (habría que valorar el caso de cada paciente)
Un ejemplo sencillo para hacer en casa serían estos 4 típicos ejercicios:

También sienten mejoría si se descarga la musculatura y se libera la presión subadyacente, si se ayuda a reducir inflamación activa… (Indiba-Activ, terapia manual)
Una buena exploración física puede que nos lleve también a encontrar puntos gatillo activos que estén irradiando a la rodilla (la punción seca es un aliado) o una mala alineación pie-rodilla-cadera.
Puede complementarse de un vendaje correctivo, incluso.
Todo esto, ya sabéis, son ideas, por supuesto mejor guiado y aconsejado por vuestro fisio de confianza.
Si es tu caso, podemos ayudarte😙