Osteopatía

¿Cuántos de nosotros no hemos sentido alguna vez un “bloqueo” que nos imposibilita movernos bien, sin dificultad o sin dolor? Muchas veces el origen se encuentra en disfunciones que causan hipermovilidad o hipomovilidad en segmentos óseos o estructurales, y que a su vez conlleva cambios musculares, vasculares, viscerales, sensitivos, etc. Si bien, con la osteopatía podemos resolver muchos de estos problemas adquiridos mediante la búsqueda de la recuperación del equilibrio orgánico.

Te presentamos sus técnicas:

-Trust, la más conocida (o “temida”): técnica muy eficaz con su sonido característico; no es más que lograr una puesta en tensión de la parte que nos interesa manipular para, mediante palancas y un gesto rápido, normalizar y provocar un cambio a nivel estructural.

-Técnica de energía muscular: usada para tratar musculos acortados que necesitan ayuda para volver a su estado “normal”. Se emplea también para recuperar la movilidad de articulaciones, fortalecer estructuras, etc.

-Técnica de liberación fascial: consiste en relajar o “soltar” el tejido miofascial mediante movimientos suaves y casi sin presión. La fascia envuelve individualmente cada músculo y a su vez todos están cubiertos por ella. Todo nuestro organismo tiene relación con este tejido y de ahí su importancia de liberar esas zonas donde la fascia se encuentre atrapada o acortada y que afecte al libre movimiento de nuestras vísceras, articulaciones, músculos, etc.

-Técnica de Jones: técnica no invasiva para el tratamiento de los puntos gatillos. Una vez localizados (se aprieta un punto y notas dolor irradiado en otra parte), se aprieta, se busca el movimiento articular donde no haya dolor y mantenemos la presión durante 90 segundos.