Este síndrome responde comúnmente a una lesión típica del corredor, la patología se focaliza en la cintilla iliotibial. Aunque el síndrome hace referencia a los corredores (principiantes o corredores de media y larga distancia), no sólo les afecta a ellos, otros deportistas como ciclistas, remeros o aquel deporte que implique un gesto repetitivo de la rodilla, serán más propensos a sufrirlo.
Si alguna vez lo has padecido sabrás reconocer fácilmente sus signos: un dolor punzante (o ardor) en la parte lateral de la rodilla, que incluso a veces se extiende por la parte inferior de la rótula. La molestia aparece de forma progresiva hasta el punto de hacer parar al deportista.
Recuerda que la cintilla iliotibial recorre todo el lateral del muslo (pegado al vasto externo del cuádriceps) y que forma parte del músculo tensor de la fascia lata. Si echas mano de un atlas de anatomía, verás dibujado una franja blanca en el lateral de la pierna. Es grande, ¿verdad?

Conforme a la lesión, ésta está provocada principalmente por sobreuso; el cómo están dispuestos el tensor de la fascia lata y su cintilla iliotibial en el momento de flexión-extensión de la rodilla también son culpables. Y es que un roce continuo más un desequilibrio muscular, se va a provocar una fricción constante sobre un saliente óseo que tenemos en la rodilla: el epicóndilo lateral. Ya sabes, un tejido blando rozando con uno duro, no pinta bien, y como mínimo va a deteriorarse, inflamarse la zona, y con ello desencadenar dolor.
Hay otros factores, aparte de los anatómicos, que pueden provocar la lesión: correr sobre un terreno inestable, en grandes pendientes de bajada, con un calzado inadecuado, sobre una calzada dura o todo lo contrario, sobre superficies muy blandas son algunos de ellos.
Ten en cuenta que la cintilla ayuda en la estabilización de la cadera y de la rodilla, y esa variedad de terrenos con una carga desproporcionada van a necesitar de una estabilidad extra. Por lo tanto, músculo y tendón estarán más sobre solicitados, y sin las condiciones adecuadas son sensibles de lesión.

Desde nuestra clínica de fisioterapia podemos ayudarte con: masoterapia y estiramientos (mantener el músculo en sus condiciones idóneas), INDIBA (disminuir inflamaciones y recuperación celular), osteopatía (reequilibrar posibles disfunciones estructurales), punción seca (liberar puntos gatillos existentes en cuádriceps, tensor y glúteo), movilizaciones (liberar presión de la zona), vendaje (si fuera necesario) y ejercicios.
Por supuesto, si con todo esto la lesión persiste te recomendamos acudir a un traumatólogo para valorar posibles alternativas.
Resumiendo:
- La cintilla roza con saliente óseo.
- Tensión muscular y lesión localizada
- Los corredores son más propensos.
- ¡Ojo al calzado que llevas!
- Cuidado con los terrenos sobre los que corres
- ¡PODEMOS AYUDARTE CON TU LESIÓN!