Blog & News, CURIOSIDADES, SUELO PÉLVICO

POSICIÓN DE LITOTOMÍA…¿Qué es y qué historia esconde esta metodología en el paritorio?

¿ Qué es?

La posición de litotomía consiste en una postura que toma la parturienta durante el momento del parto. Consiste en que la mujer se encuentra recostada en la camilla del paritorio, con ambas piernas elevadas y apoyadas sobre unas superficies ancladas a la cama. Es considerada una de las posiciones que más se usan en la actualidad pero….¿Por qué?, ya que desde hace algún tiempo se viene descubriendo que no es de las mejores posiciones que favorezca el momento del parto.

Para conocer el por qué, debemos de conocer un poquito más sobre la interesante, (por decirlo de alguna manera), historia que se esconde tras esta práctica.

¿Cúal fue el inicio de esta posición?

En el antiguo Egipto se han documentado datos de que las parturientas se encontraban en posición de cuclillas, o incluso haciendo uso de un banquito bajo que facilitara dicha posición. A medida que pasaban los años, esta postura fue evolucionando a una posición de sedestación, sobre una silla modificada, con una especie de apertura en el sillín para favorecer la salida del bebé.

Pero el cambio general llegó durante el sigo XVIII, en donde se ocasionó una modificación de la posición vertical al método horizontal que conocemos hoy en día. Los datos curiosos cuentan que bajo el reinado de Luis XIV, Rey de Francia, este tenía una cierta predilección y gusto por ver los partos, ya que dicho rey disfrutaba de ver el momento del parto, por lo que promovió esta práctica que ha llegado a nuestros días siendo la más utilizada a nivel mundial.

Dejando un lado los datos históricos y los gustos curiosos de Luis XIV, es cierto que esta metodología facilitaba a su vez que los ginecólogos y matronas puedan tener un mayor control sobre el momento del parto, favoreciendo la asistencia en caso de complicaciones o la realización de episiotomías e instrumentalización durante el mismo. Aún así cabe valorar si está es de las mejores posiciones para la madre.

¿Es la mejor posición para parir?

Desgraciadamente, aun que sea de las prácticas más utilizadas, se observa que no es la mejor metodología para poder realizar un trabajo de parto. Por diversos motivos:

-La posición acostada sobre la camilla, comprime enormemente la zona sacra, y a su vez los pujos frecuentes pueden favorecen la afectación del coxis, o desgarros indeseados, al igual que modificar las contracciones, que puede llevar a una mayor fatiga o aumento de tiempo de paritorio.

-La posición de las piernas casi a 90º de flexión de cadera, activan una neutralización del coxal que no favorece en todas las etapas del parto, por lo que jugar con las rotaciones de las piernas podría ayudar más a un expulsivo mejor, en función del estrecho del canal del parto en el que se encuentre el bebé.

-La respiración en esta posición, sin poder extender cómodamente la columna cervical (reflejo automático que se da en el parto), no ayuda a que la fuerza diafragmática se lleve hacia el útero..

Estos motivos posturales, se han visto que pueden ocasionar mayor complejidad al parto para la mujer.

Hay que destacar de todas formas que el tipo de epidural no asiste a que se pueda hacer de una forma más activa, pero si que nos gustaría recalcar que partos dinámicos, es decir, una modificación continua en función de la fase de parto en la que se encuentre la parturienta, sería de las mejores opciones naturales que existen para parir. Por estos motivos, ya hay en diversos hospitales que dan diversas alternativas, dirigíendolo a un parto más humanizado.

En cuanto a las posturas de humanización del parto, se pueden aprender durante las clases preparto o bajo la asistencia de un fisioterapeuta especializado en el ámbito genitourinario, que te enseñará los ejercicios de parto que mejor te convengan.

Es importante destacar que cada parto y cada mujer es diferente, por lo que siempre es necesario un trabajo multidisciplinar y confortable para la embarazada, acompañándola en todo momento para un parto sea llevadero e intentar prevenir posibles complicaciones que se puedan suceder o métodos de alivio durante el paritorio.

Si quieres conocer más info, en Akine disponemos de un bono integral de embarazada, donde te enseñaremos las poturas facilitantes del parto ,ejercicio terapéutico embarazadas, masaje perineal ejercicios dirigidos de contracción de la musculatura del suelo pélvico, al igual que los tipos de respiración, usando si es preciso, un dispositivo conocido como el EPINO e intentaremos resolver todas las dudas que puedas tener, destacando la personalidad y peculiaridad de cada embarazada.

Blog & News, SUELO PÉLVICO

LA INCONTINENCIA URINARIA DE ESFUERZO ,¿Qué es un esfuerzo?¿Existen ejercicios para solucionarlo?.

La IUE es considerada la incontinencia de mayor prevalencia y muchas mujeres y hombres la sufren en silencio. El perpetuar esta patología del suelo pélvico a la larga puede promover la aparición de otro tipo de incontinencias o desinergias de los órganos genitourinarios.

¿Qué es la IUE?

La incontinencia urinaria de esfuerzo consiste en los escapes involuntarios de orina, asociados a un esfuerzo, estos esfuerzos pueden ser reir, toser, estornudar o gritar fuerte entre otros.

Pero aquí es importante describir-…¿Qué es un esfuerzo¿

El esfuerzo viene provocado sobre todo por el aumento de presión intraabdominal.

Esta presión aparece ante el descenso diafragmático contra la pared abdominal y el suelo pélvico, provocando que dicha fuerza comprima las vísceras genitourinarias, y si existe una debilidad o una pérdida de la sincronización de las estructuras abdominopélvicas provoca ese indeseado escape involuntario.

Ahora os preguntareis..¿cómo va a ser un esfuerzo el reirme o el toser?

Muy fácil, el movimiento de fuerzas que se realiza a nivel intraabdominal frente a las estructuras que existen para amortiguar el impacto es mayor, por lo que provoca síntomas como el descenso visceral o el escape de la orina al no responder adecuadamente la musculatura.

Por ese motivo hay ocasiones que en función de la posición en la que nos encontremos, tumbados, sentados o de pié, o el realizar ciertas actividades como caminar o agacharse o levantar a nuestro bebé, podemos tener una mayor pérdida de orina o por la contra poder contener ese esfuerzo.

Ahora que ya se que sintomatología puedo tener, llega el siguiente paso..¿Tiene tratamiento?

Por supuesto!!! Lo primero es ver los antecedentes de cada persona y así poder diagnosticar cual es su disfunción que está creando la incontinencia.

Existen diversos motivos, tales como:

-Debilidad de la pared abdominal: Producido por el embarazo en el postparto, una cesárea, diastasis abdomianal o la inactividad y la edad son factores que favorecen a la disminución de la actividad de nuestra musculatura profunda de la pared abdominal.

-Debilidad de la musculatura del suelo pélvico: Tras episiotomía, desgarros o pérdida propioceptiva de la musculatura.

-Ejercicios hiperpresivos o repetitivos: Como puedan ser los abdominales clásicos o ejercicio de impacto de repetición o de sobreesfuerzo.

-Hipertonía de algunas fibras del suelo pélvico: Esta situación también puede darse, ya que si existe mucha tonicidad el alguna de las fibras del suelo pélvico, provoca que otros músculos no se activen, provocando la insuficiencia de contracción de forma conjunta, ya que unas fibras se contraen de más y por tanto se debilitan antes y otras no se llegan a activar.

Ya se el motivo de mi disfunción..entonces ahora???

Ahora llega el momento de los ejercicios!! Hay varios principios básicos a tener en cuenta:

-Los ejercicios tienen que ser constantes, no hacer un día mogollón y los dos días siguientes nada, ya que debilitaríamos la musculatura por sobrecargarla demasiado y son unas fibras que actúan constantemente de por sí y no debemos fatigarlas al inicio.

-Los ejercicios han de hacerse uniendo dos patrones: la respiración y la contracción. Hay que reprogramar el cuerpo a aque se active la musculatura profunda cuando SOLTAMOS EL AIRE! Ya que ese será el mayor esfuerzo.

-La contracción también debe de darse unida al transverso, es decir, desde ese músculo olvidado pero muy muy importante, que nos asiste en nuestra propia faja abdominopélvica!

-Tomar conciencia de la contracción e ir aumentando la posiciones y los movimientos gradualmente.

-El objetivo prinicpal siempre será automatizar la contracción en las actividades del día a día de cada persona, por ello introduirlos en tus rutinas diarias, como el levantarse, o el caminar pueden ayudarte a automatizarlo mejor y de manera más productiva.

Muchas me preguntaís si debería de comprarme unas bolas para potenciar mi musculatura, o si debería de hacer los ejercicios de Kegel continuamente, mi respuesta siempre es la misma con una simple comparativa:

Cuando vas al gimnasio, ¿empiezas levantando pesas de 50 kilos, o primero empiezas con las pesas más pequeñas y luego vas en aumento? Pues esto es igual, poner peso de primeras en una musculatura debilitada sólo nos trairía descomenpensaciones de la contracción.

En cuanto a los ejericcios de kegel, hay que saber que en la IUE el problema a veces no viene de la propia musculatura del suelo pélvico, si no que mi faja abdominal no se contrae cuando debiera o está débil, entonces lo primordial es reactivar el cuerpo, automatizarse y enseñarle a contraerse cuando debe y a mantener la contracción cuando se debe, como por ejemplo: ¿os habeís hecho alguna vez un esguince? Tras tiempo sin apoyar el pié se “olvida” a andar, para ello hay que hacer ejercicios de propiocepción y reeducar la marcha para que sea efectiva y normalizarla. Pues con el suelo pélvico tras una afectación del tipo que sea toca hacer lo mismo: automatizar!

VAMOS ENTONCES CON LA PROGRESIÓN DE LOS EJERCICIOS,

destacar que es importante la valoración previa de un profesional en cada caso, al igual que el tratamiento propioceptivo vía manual o con la radiofrecuencia de Indiba-Activ se han encontrado enormes mejoría con respecto a la terapia convencional, pero a falta de colegio…mejor mandar deberes! =)

El ejercicio siempre se hará de forma progresiva siguiendo los siguientes pasos:

-APRENDER A RESPIRAR: La respiración diagrafmática, con activación del transverso en la espiración va a ser la base de los ejercicios, para proteger la zona abdominopélvica.

-APRENDER LA CONTRACCIÓN DE MIS FIBRAS DEL SUELO PÉLVICO: Muy importante siempre tener periodos de relajación de la musculatura para evitar la fatiga o el aumento indeseado del tono basal de nuestra musculatura interna.

-UNIR AMBAS COSAS: Es decir, saber contraer la musculatura del suelo pélvico unido a la contracción del transverso a la vez que soltamos el aire, como si “estuviéramos cerrando una cremallera y el ombligo fuera el botón”. Un ejercicio interesante es mantener la contracción a la vez que se habla o se sopla, ya que favorece la propiocepción y la activación cuando hay un aumento de presión intrabdoninal.

-LLEVARLAS A DIFERENTES POSTURAS: Como son pasar de sentado a de pié, o tumbadas levantar una pierna sin perder la contracción. En este apartado se puede introducir en actividades de la vida diaria: como el andar manteniendo la contracción o al agacharse a coger un objeto del suelo.

-INTRODUCIRLAS EN CAMBIOS POSTURALES Y MOVIMIENTOS ACTIVOS: Como podrían ser hacer ligeras sentadillas a la vez que soltamos el aire, sin perder la contracción del suelo pélvico y el transverso

-REINTRODUCIR EN ACTIVIDADES DE AUMENTO DE PRESIÓN Y CONTROL DE LA ZONA: Volver a hacer tus actividades que realizabas, pero ya con mayor control de la zona.

Los ejercicios hipopresivos, al igual que la GAH favorecen también el fortalecimiento de la zona lumbopélvica.

Si tienes cualquier duda es mejor preguntar previamente, y un asesoramiento del profesional especializado en el ámbitouroginecológico. Puede que lo mejor para una amiga no sea lo que mejor te venga a ti, valorate el suelo pélvico!, conoceté! Y reeduca el suelo pélvico! La incontinencia tiene solución!

Blog & News, CURIOSIDADES, SUELO PÉLVICO

LAS MUJERES TENEMOS LA PELVIS MÁS ANCHA..pero..¿por qué?

Si, has oído bien, una de las diferencias más significativas que tenemos frente a los hombres en lo que el esqueleto se refiere es la pelvis. Las mujeres tenemos la pelvis más ancha (que no más gorditas, si no anchas) y eso se debe principalmente para cumplir con el objetivo de la fertilidad, es decir, favorecer el embarazo y su expulsivo.

La pelvis de una mujer se va modificando a medida que va cumpliendo años. Entre los 25 y los 40 años aproximadamente se encuentra en su mayor ensanchamiento de los huesos de esta zona, coincidiendo con las edades de mayor fertilidad. Tras este periodo la pelvis vuelve progresivamente a un estrechamiento, al llegar la menopausia.

Anatómicamente hablando la pelvis está formada por huesos, articulaciones y músculos dividiéndose en dos partes principales denominadas pelvis mayor y menor.

En la PELVIS MAYOR: Nos encontramos con el sacro, rama del pubis y las fosas ilíacas, denominándose también estrecho superior.

En la PELVIS MENOR: Denominada el estrecho inferior, y es donde podemos encontrar la parte baja del sacro, el coxis y la zona isquipubiana.

Es importante conocer estas estructuras, ya que, si existiese alguna modificación o alteración en las mismas, podríamos ser más propensas a presentar problemas durante el parto.

La musculatura del suelo pélvico juega un importante papel dentro de la pelvis femenina.

Esta musculatura, aún desconocida por muchas mujeres, está dividida en varios planos: superficial, medio y profundo. Por ello concienciar de la contracción muscular o de los diferentes niveles de contracción y relajación nos asistirán a prevenir problemas a la larga. Del mismo modo, la preparación de la musculatura durante el embarazo y la liberación de la pelvis nos asistirá a un parto mucho más llevadero.

Si tienes dudas de la morfología de la pelvis o de qué cosas puedes realizar durante el embarazo o el postparto, acude a una valoración de tu suelo pélvico y la zona lumbo-pélvica y faja abdominal, estaremos encantadas de asistirte en todo lo que podamos.

Blog & News, SUELO PÉLVICO

FUERA TEMAS TABÚ: ¡EL VAGINISMO! ¿Eso qué es?

Empezaremos este artículo contestando directamente a las preguntas que algunas de nuestras pacientes nos dicen:

NO, no es normal que duela en las relaciones.

NO, no es normal que me duela al introducirme un tampón.

NO, no es normal que note molestias continuas en la vagina.

¡Muchas mujeres no saben que lo padecen, y al ser una patología progresiva va poco a poco aumentando las sintomatologías afectando seriamente la calidad de vida de la paciente!

¡NO esperes más y encuentra lo que es NORMAL! =)

¿¿¿Qué significa Vaginismo???

El vaginismo es una afectación de la musculatura superficial del suelo pélvico, caracterizada por la contracción brusca o continuada de dicha musculatura. Esta peculiaridad provoca el cierre parcial o total de la vagina, incapacitando las relaciones sexuales o provocando mucho dolor en las mismas (conocido como DISPAREUNIA).

Afecta principalmente a mujeres, entre 25 y 35 años y a partir de los 50 años.

¿Por qué se da?

No existe una etiología clara de por qué una mujer puede llegar a padecerlo, pero si está relacionado por diversos factores, tanto físicos como psicológicos, tales como:

-Endometriosis.

-Tras una histerectomía.

-En la menopausia.

-Inflamación de la pelvis.

-Dolores pélvicos recurrentes.

-Por comprensiones continuas de la musculatura: como uso excesivo de tampones, el anillo, o el DIU, entre otros. Al igual que ciertas posturas mantenidas en oficina, que no favorecen la relajación de la zona.

-Estenosis vaginal.

-tumores pélvicos o miomas.

-Carúnculas uretrales.

-Traumas directos como la episiotomía o desgarros mal curados o rigidez en el himen.

-Problemas psicológicos: En muchos de los casos va asociados a un factor psicológico de la paciente ya sea por:

                     -Estrés y la frustración del día a día.

                     -Nerviosismo.

                     -Experiencia traumática con las relaciones o de vivencia personal.

                     -Autoimagen negativa de una misma o miedos.

                     -Estados de ansiedad o depresivos alargados en el tiempo.

No quiere decir que si tengo alguna de las patologías anteriores tenga que tener vaginismo; Sólo que puede ser más probable que presente contracciones involuntarias a nivel vaginal, y tendría que tenerlo en cuenta si llego a notar ciertas sintomatologías de dolor y no encasillarlas como: “es NORMAL”, “siempre me ha pasado entonces no hay problema”…etc.

El principal problema en el que se enfrentan las mujeres que lo padecen es el circulo vicioso del dolor, ya que si existe dolor se contrae más la musculatura, al contraerse más nos duele más y así continuamente.

¿Tiene tratamiento?

SI!!! Destacando la importancia de un trabajo multidisciplinar entre un psicólogo, si los problemas vienen por factores traumáticos a nivel psicológico, y un fisioterapeuta especializado en el campo de la pelviperineología.

indiba-activ

¿En qué consistiría el tratamiento fisioterápico?

Lo primero de todo es una VALORACIÓN y ANAMNESIS de la paciente, para ver en qué estado se encuentra y conocer las experiencias físicas o quirúrgicas que haya podido padecer la paciente.

Tras la valoración existen diversas técnicas combinadas y progresivas que favorecen la recuperación y la disminución del dolor, asociado a una patología denominada DISPAREUNIA.

Dichos tratamientos buscan como objetivo:

-Toma de conciencia de la musculatura: Mediante ejercicios propioceptivos de la musculatura del suelo pélvico, ya que para saber relajar un músculo o contraerlo tenemos que conocer y concienciar en qué estado nos encontramos, para saber diferenciarlo de la tensión muscular. Para ello existen técnicas manuales tanto externas como internas de la musculatura, guiadas por el fisioterapeuta, al igual que medidas electroterápicas para la toma de conciencia muscular.

-Relajación de la musculatura superficial y media del suelo pélvico: Mediante respiraciones diafragmáticas que disminuyan la tensión abdominopélvica e hipopresivos ayudamos a la relajación involuntaria de la musculatura. De forma más directa la aplicación del INDIBA-activ, tanto externa como intracavitaria, se ha demostrado que mejora especialmente la disminución de los puntos de tensión internos de la musculatura del suelo pélvico, ejecutando a la par estiramientos localizados.

-Aumento progresivo del canal vaginal: Mediante maniobras de la musculatura pélvica y uso de dilatadores, se favorece el aumento del diámetro vaginal.

-El apoyo con la pareja, si la hubiera, cursa un papel importante en estos casos, para ayudar a integrar la sexualidad en la paciente y aconsejar de posturas específicas que puedan reducir la sensación de dolor y poco ir rompiendo ese círculo de dolor y por ende de contracción involuntaria.

¡Si tienes cualquier consulta, no dudes en preguntarnos! ¡Estaremos encantadas de poder ayudarte y acompañarte en tu proceso de recuperación ante el Vaginismo!

Blog & News, FISIOTERAPIA, SUELO PÉLVICO

DIASTASIS ABDOMINAL, una separación muy común!

¿Qué ES?

Si has oído hablar de ella sabrás que es más común de lo que parece.

La diástasis abdominal consiste en la separación de los rectos anteriores del abdomen. Estos músculos están situados en la cara anterior del abdomen, en la capa muscular más superficial. En el mundillo del gimnasio se conoce como “la tabletita de chocolate”, por lo que ya con este mote nos puede ir sonando un poquito más.=)

 Tenemos dos en el cuerpo, uno a cada lado de la línea alba o medial del cuerpo, y van desde la pelvis, cercanas al pubis, y ascienden de forma longitudinal hasta la 5º,6º y 7º costilla y apéndice xifoides. Entre ambos rectos se encuentra un potente tejido conjuntivo, que si existe mucha debilidad de la musculatura o una distensión brusca entre ambos rectos puede abrirse creado una ruptura de esa membrana que los une.

¿Cuáles son causas?

Las causas más comunes de la diastásis son:

-Durante el embarazo: debido a la debilidad de la pared abdominal, unida la distensión del abdomen y abombamiento del mismo por el crecimiento del bebé, unido a un factor de estrechamiento de las costillas.

-Durante el parto, por maniobras bruscas de presión caudal en el momento del expulsivo, como la maniobra de Kristeller o por un sobreesfuerzo respiratorio muy grande.

-En el postparto: Provocado principalmente por la debilidad de la faja abdominal y en ocasiones en empezar a realizar ciertos ejercicios con demasiada antelación o demasiado tarde.

-Por ejercicios de sobreesfuerzo repetitivo o ejercicios de aumento excesivo de la presión intra-abdominal, como los abdominales clásicos mal ejecutados.

-Debilidad de la musculatura y aumento de peso brusco, e incluso hemos llegado a tener algún caso por pincharse ciertos medicamentos vía abdominal durante tiempo prolongado que haya provocado la distensión de dicha musculatura.

-hernias en la zona abdominal, que provocan el aumento de desde dentro de la musculatura unido a malas posturas y ejercicios no controlados.

¿Cómo se si tengo diastasis?

 Los síntomas con los que puede cursar el paciente son principalmente:

-Debilidad abdominal, con abultamiento en el vientre bajo del abdomen.

-Sensación de que “algo tipo bultito” sobresale por encima del ombligo al incorporarnos e incluso toser o reír.

-Afectaciones en el suelo pélvico, como incontinencias o escapes de aires incontrolados.

-Dolores recurrentes de espalda por la descompensación de la faja abdominal.

-Flacidez intraabdominal y pesadez a lo largo del día.

-Estreñimiento o molestias ante esfuerzos defecatorios.

-Molestias lumbopélvicas ante la práctica de ejercicio o flato recurrente al correr o saltar.

Y la pregunta más importante..¿Tiene tratamiento?

SI!!! En mayor o menor medida se puede disminuir la diástasis abdominal.

Lo primero que se hace es una valoración del estado de la musculatura abdominal y de la sintomatología del paciente mediante pruebas subjetivas del terapeuta. Es importante destacar la palabra subjetiva, ya que la medición se hace de forma aproximada del grado de diástasis, una ecografía siempre dará unos resultados más fiables, pero la valoración puede acercarse al grado de afectación muscular. Nos podemos encontrar diversas localizaciones o tipos de diástasis, al igual que grados.

El tratamiento consiste en reeducar la musculatura profunda del abdomen (el transverso abdominal) y ayudar a la liberación y activación del colágeno de la membrana que une ambos rectos. Para ello existen técnicas tales como:

-Radiofrecuencia Indiba-Activ: Gracias a su aplicación reactiva el tejido conjuntivo y activa la musculatura a la par que se realizan actividades dirigidas por el terapeuta en diversas posiciones. Es un método indoloro que favorece enormemente la regeneración tisular de los tejidos. (en el embarazo NO se puede realizar, pero en el postparto se ven grandes resultados)

-Ejercicios posturales de activación de la pared abdominal.

-Reeducar el patrón respiratorio y evitar abombamientos indeseados.

Hipopresivos y GAH guiada por el terapeuta y enseñar ejercicios domiciliarios.

Progresión con diferentes posturas de la activación abdominal y en función de las Avd´s de cada persona.

Desde Akine realizamos actualmente valoraciones gratuitas si piensas que padeces alguno de estos síntomas; ¡No lo dudes y pregúntanos cualquier duda que te pueda surgir, estaremos encantadas de guiarte en tu proceso de recuperación!!

Por otro lado, nos gustaría destacar que hay personas que prefieren ir directamente a la cirugía, es importante saber que en cuanta mejores condiciones vaya un músculo previo a una cirugía de este tipo, el tiempo de recuperación será mucho mayor y mejor.

Blog & News, SUELO PÉLVICO

LA EPISIOTOMÍA: “no tan inocente cortecito”

¿QUÉ ES?

Sí….has leído bien si, es un corte en nuestra musculatura del suelo pélvico!!!

Consiste en una incisión que realiza la matrona o el obstetra con el fin de evitar el desgarro en el momento del parto ante la expulsión del bebé o aumentar la salida del feto facilitando su salida.

Existen dos tipos de episiotomía: la medial y la lateromedial. Esta última es la que más se realiza, ya que se ha comprobado que tiene menos probabilidades de desgarro del esfínter anal, aun que tarde más en sanar.  

Las principales indicaciones de su ejecución son:

-Bebés macrosómicos (que pesen más de 4 kilos)

-Fatiga fetal o tiempo muy prolongado de la segunda parte del parto.

-Parto instrumentalizado o que cursa con complicaciones de posicionamiento del bebé.

Existen técnicas durante el embarazo que asisten de manera natural a favorecer la distensión de la musculatura del periné, para mejorar el trofismo muscular y asistir a una mayor dilatación. Como son el masaje perineal o el EPINO.

Desgraciadamente en España la prevalencia de la episiotomía (en mayor o menor medida del corte) es bastante elevada..por ese motivo muchas asociaciones están actualmente estudiando por qué en ocasiones se usa la episiotomía como norma general, ya que las razones de su aplicación no se ven justificadas en muchos de los partos.

¿QUÉ CONSECUENCIAS PUEDO TENER A CORTO, MEDIO Y LARGO PLAZO?

 Las primeras consecuencias que puedo padecer son:

Irritación de la cicatriz, lo que provoca posibles dolores al caminar, estar de pie o congestión de la vagina. Las pacientes suelen referir está sensación como un hinchazón de los labios mayores y menores provocado principalmente por el hematoma que se produce a este nivel por la intervención.

Dolores perineales: Molestias profundas o de sensación eléctrica que limitan la comodidad del día a día. Son esas sensaciones de como “si me estuvieran clavando una uña” o “me estuvieran pellizcando”.

Contracturas de la musculatura: Al existir una cicatriz ligeramente adherida, puede favorecer la aparición de contractura en nuestra musculatura superficial y profunda, provocando dolor local o irradiado hacia la cadera o zona central de nuestro periné. No sólo hay puntos tensionales en la musculatura afectada por la incisión, si no es muy común encontrarse zonas de tensión la musculatura de la hemipelvis contraria por compensación de la acción muscular ante el cierre del suelo pélvico.

Pérdida de fuerza: La debilidad muscular es un síntoma muy característico cuando la inflamación ha disminuido, ya que los músculos isquicoxígeos y transverso superficial principamente, pierden propiocepción, es decir, no “se encuentran” para mandarles la orden de contraerse. Por este motivo es MUY IMPORTANTE no realizar ejercicios de contracción a la ligera, es muy recomendable aprenderlos bajo un profesional para realizarlos correctamente.

Dolor en la relaciones sexuales: provocadas por la contracción y dolor de la musculatura incentivada por la cicatriz.

¿DE VERDAD QUE UN FISIOTERAPEUTA PUEDE AYUDARME TRAS LA EPISIOTOMÍA??

De verdad, de verdad de la buena que SÍ! Un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico puede ayudar a multitud de síntomas provocados por una episiotomía y el postparto, mediante diversas técnicas tales como:

-Uso de radiofrencia Indiba de forma externa e intracavitaria: mejora significativamente las molestias de la paciente al igual que disminuye la sensación de ardor y dolor y evita adherencias cicatriciales.

-Técnicas osteopáticas externas e internas y de liberación fascial del periné y musculatura periarticular.

-Relajar la musculatura con estiramientos localizados en el periné y terapia manual.

-Quitar contracturas de la hemipelvis vía vaginal para liberar los puntos tensionales.

-Enseñar a contraer la musculatura correctamente y de forma coordinada, al igual que reeducar su correcta contracción de todas las fibras del suelo pélvico.

El tratamiento puede realizarse normalmente tras la cuarentena e incluso cuando han pasado años de la episiotomía! Nunca es tarde para tratarse una molestia, y menos cuando nos está limitando nuestro día a día!!

Consulta a un porfesional de la salud si te ves identificada con alguno de estos síntomas, NO son normales y SI pueden tratarse! En AKINE fisioterapia Avanzada estamos realizando actualmente valoraciones del suelo pélvico de 30 minutos de duración de manera totalmente GRATUITA!! Aprovecha y pregúntanos cualquier duda que puedas tener!! =)

SUELO PÉLVICO

PROSTATECTOMÍA Y LA FISIOTERAPIA SUELO PÉLVICO

¿Qué es una prostatectomía y por qué se realiza?

La prostatectomía es una cirugía que consiste en la extirpación parcial o total de la próstata y de algunos tejidos que la rodean. Esta cirugía se realiza principalmente de tratar el cáncer de próstata, un cáncer que desgraciadamente ha aumentado la prevalencia en nuestro país. Los factores de riesgo más notorios son: el tener antecedentes familiares, ser mayor de 50 años o consumo elevado de grasas y malos hábitos diarios.. Etc.

Se realizan varias vías de intervención:

  • Prostatectomía laparoscópica: se ejecuta mediante una incisión vía abdominal, mediante un solo corte de pocos centímetros de longitud. Es la que se utiliza más asiduamente.
  • Prostatectomía retropúbica: el cirujano practica la incisión desde el ombligo hasta el hueso púbico.
  • Prostatectomía perineal: se realiza en la zona del suelo pélvico del paciente, entre el escroto y la musculatura anal. Es una operación que, aun que es más breve, su frecuencia es menor debido a las limitaciones postquirirgicas que presenta el paciente, dado su alto grado de alteración en las estructuras del suelo pélvico.

¿Qué es la próstata?

La próstata es una glándula sexual del tamaño aproximado de una nuez. Se encuentra localizado bajo la vejiga de los hombres, rodeando el inicio de la uretra.

Su función principal, junto con las vesículas seminales, es la producción del líquido seminal. Cuando existe alguna alteración de esta estructura se ve afectado el conducto urinario y en ocasiones el paciente nota una sensación de dolor profundo, por la tensión e inflamación de la musculatura adyacente.

¿Qué síntomas puedo padecer tras la intervención?

Los principales síntomas que puede presentar el paciente tras una prostatectomía son:

Incontinencia urinaria de esfuerzo: es decir, pérdidas de orina involuntarias. Es el síntoma más característico debido a la localización de la próstata y a su relación directa con el sistema urinario.

-Chorro débil a la hora de orinar o con interrupciones.

-Polaquiuria o disuria: es decir, micción es recurrentes y en ocasiones incontrolada y sin consciencia de pérdida durante la noche o el día.

-Dolor o ardor uretral.

Disfunción sexual por la extirpación de los ganglios seminales.

-Molestias en la zona lumbo sacra, a abarcando la pelvis y las lumbares bajas.

¿Qué puede hacer el fisioterapeuta en una prostatectomía?

Lo primero de todo destacar que ciertos estudios demuestran que aquellas personas que han realizado una terapia previa a la intervención, han demostrado que la recuperación es mayor y más rápida que con respecto a aquellos que no lo hicieron. Por otro lado, es muy importante recalcar que cada paciente es un mundo, al igual que cada intervención, por lo que el tratamiento siempre tiene que ir enfocado a cada persona.

Los tratamientos que se pueden aplicar tras la intervención son:

Radiofrecuencia Indiba: gracias a su aplicación mejora el trofismo muscular y la regeneración del colágeno, el cuál favorece, junto con ejercicios guiados por el terapeuta, a la mejora de la fuerza y contención. A su vez su uso en la zona abdominal y retro púbica ayuda al tratamiento de las cicatrices y adherencias postquirúrgicas.

Neuromodulación del tibial posterior: gracias a la activación por vía nerviosa existe una conexión entre el nervio tibial y la vejiga, por la cual se favorece los reflejos de contención en los reflejos de la micción, muy indicada en hiperactividad vesical.

-Enseñar a diferenciar y fortalecer la musculatura del suelo pélvico de manera progresiva.

-Ejercicios propioceptivos: se enseñan ejercicios para la automatización de la contracción de la musculatura, no sólo en cabina, si no también prácticas a ejecutar durante las actividades de la vida diaria de cada paciente.

-Liberación de puntos de tensión en otros grupos musculares relacionados con la pelvis.

GAH: para la activación del transverso del abdomen.

-Reeducación vesical mediante un calendario miccional.

No lo dudes más y acude a una VALORACIÓN DE SUELO PÉLVICO, e infórmate de los tratamientos que puedes realizar para recuperar tu día a día!

Cesarea
SUELO PÉLVICO

La FISIOTERAPIA en la CESÁREA.

Sí, has leído bien! Las cesáreas se pueden tratar con fisioterapia. De hecho tienen muy buenos resultados!! =)

En AKINE realizamos primero una valoración personalizada del estado de la cicatriz.

Disponemos de multitud de técnicas para tratar tu cesárea como son:

Radiofrecuencia Indiba: alivio considerable de los síntomas de inflamación cicatricial, libera adherencias, mejora la cicatrización tanto a nivel cutáneo como profundo y regenera la parte de colágeno. Su aplicación unido al sistema Activ, promueve la recuperación y la fuerza, realizando ejercicios respiratorios guiados por el fisioterapeuta a la vez que la radiofrecuencia.

-Terapia manual de la cicatriz: fricciones supra e infra cicatricial, movimientos en «z», técnicas miotendinosas, y a su vez enseñar a la paciente como poder realizarselo en casa.

-Tratamiento del suelo pélvico: como recuperación para integrar la contracción de la musculatura del suelo pélvico y del transverso.

Método Hipopresivo: para ayudar a la flexibilización de los tejidos, no solo a nivel externo, sino a nivel interno por tensión muscular y ligamentosa, gracias al tipo de respiración que caracteriza el Hipopresivo y sus posturas.

Tecnicas osteopáticas: para liberar las posibles zonas adheridas agarrotadas, usando técnicas tanto estructurales como viscerales, en función de la necesidad de cada paciente.

Tecnicas miofasciales: liberación de zonas de retracción ligamentosa y abultamientos cicatriciales.

Tras la finalizacion de las sesiones recomendadas (normalmente la media está entre 5 y 7 sesiones) se recomienda realizar ejercicios de fortalecimiento progresivos en la zona y de estiramiento de la pared abdominal siempre y cuando exista control por parte del paciente y se hayan enseñado previamente.

¡Acude a un fisio especialista para tu tratamiento postparto!

SUELO PÉLVICO

CESÁREA, Más allá que una simple cicatriz!!

¿Te han realizado una cesárea? ¿Puedo tener consecuencias a medio o largo plazo?


La cesárea consiste en una incisión quirúrgica en el bajo vientre que se realiza para extraer al bebé durante el proceso de parto.

Dicha intervención afecta en mayor o menor medida tres estructuras especialmente importantes para el cuerpo humano: zona LUMBOPÉLVICA, zona ABDOMINAL y nuestro SUELO PÉLVICO. Estás estructuras actúan en conjunto en muchas de nuestras actividades del día a día y si se ven alteradas pueden afectar a la postura y a la descompensación de los grupos musculares.

Tras el embarazo, el vientre ha sufrido una gran distensión y necesita un periodo de vuelta a la normalidad. Si sumamos este factor a la incisión de la capa superficial, media y profunda de nuestra faja abdominal, cobra especial importancia la toma de conciencia de nuestro vientre para evitar la consecuencia directa de debilidad de la musculatura abdominal; esto no quiere decir que tengamos que hacer abdominales como unas locas,¡¡¡ERROR!!! Deberíamos de coger conciencia primero de la contracción del transverso y del suelo pélvico. Este músculo interviene en el sostén visceral y pélvico, el cual nos ayuda a tener nuestra propia faja natural, sin necesidad de accesorios externos.
A su vez, una cesárea puede llegar a alterar a medio-largo plazo nuestro suelo pélvico, ya que ha tenido que mantener el peso del bebé durante todo el embarazo. A todo esto le sumamos que tendremos que hacer actividades de la vida diaria, como son el levantamiento de nuestro bebé, los continuos despertares nocturnos, los aumentos de presión intraabdominal a la hora de ir al baño.. etc. y todo esto solo dentro de casa! . Estas actividades, unidas al estado postparto de la mujer, pueden favorecer la aparición de ciertas sintomatologías, tales como:

-inflamación cicatricial, no solo a nivel cutáneo, sino también con gestión zona urogenital.

-Abultamiento de la zona o bridas cicatriciales.

-Debilidad de la musculatura del suelo pélvico y abdominal.

-Dolor región lumbo pélvica, por debilidad de la musculatura de la faja abdominal unido a la lordosis aumenta durante el embarazo.

-Parestesias al rededor de la cicatriz: muchas de nuestras pacientes comentan la sensación de acorchamiento en la zona, o sentir como si «esas zonas no fueran suyas».

-Sensación imperiosa de ir al baño, o escapes ocasionales ante el aumento de presion intraabdominal paréntesis (toser reír, cambios posturales….)

-Estreñimiento, por descenso de las visceras pelvicas y el patrón postural por debilidad de la musculatura abdominal.

-Adherencias cicatriciales sensación de pinchazos debido a la profundidad de la cicatriz.

-Molestias en las relaciones sexuales o a la vuelta de la menstruación una sensación de punzón interno.

Un fisio especializado puede ayudarte en tu cesárea ya sea postparto o tras varios años.

En AKINE Fisioterapia avanzada contamos con multitud de técnicas para el tratamiento de tu cesárea, siempre enfocado de una forma personalizada.

Si quieres saber algunas de las técnicas de tratamiento que empleamos no dudes en contactar con nostras y realizar tu valoración gratuita!

O también puedes pinchar en el siguiente post y leer algunos de los tratamiento: https://akinefisio.com/2019/11/08/la-fisioterapia-en-las-cesarea/